Situado en la línea del ferrocarril occidental, en un estrechamiento del istmo de Auckland entre las bahías Waitemata y Manukau, Nueva Lynn es quizás mejor conocido como el hogar histórico de varias importantes fábricas y empresas de ladrillos y cerámica, incluyendo "Lynn Corona", la más grande de Nueva Zelanda. Un buen acceso a los puertos y la introducción del ferrocarril permitió el florecimiento de estas industrias, sin embargo muchas han desaparecido y el servicio ferroviario, hasta hace poco, había sido descuidado. La buena noticia es que, con una creciente conciencia de los beneficios que un buen sistema de transporte público ofrece, se ha producido una especie de renacimiento de ferrocarril en Nueva Zelanda.

Cuando Architectus recibió el resumen de un nuevo intercambio del transporte integrado en Nueva Lynn las instalaciones existentes consistían en una franja elevada de hormigón sirviendo a una única línea férrea y cerca de una terminal de autobuses con una reputación como uno de los lugares menos salubres de Auckland. Quizás el mayor problema era que con el tiempo, el New Lynn CDB se fue desarrollando, la vía férrea había llegado a dividir el distrito de las áreas más consolidadas de comercio, del norte y del sur, y los paso niveles con los años se habían vuelto peligrosos tanto para peatones como para vehículos.

La solución, terminada en 2010, fue la formación de una zanja de un kilómetro de largo en el corredor ferroviario para permitir la construcción de una nueva estación y la doble vía asociada a ser construida bajo nivel con sus respectivas combinaciones sobre nivel. Para alcanzar su pleno potencial, el proyecto en trinchera fue concebido en conjunto con un cambio de plan que permite ver la nueva estación intermodal de transportes en el centro de un desarrollo orientado al tránsito o "TOD". De acuerdo con los principios de TOD el cambio de plan establece un marco de uso mixto de alta densidad para comunidades a una distancia caminable en torno a una estación intermodal de transporte de alta calidad, donde se da prioridad a los peatones, ciclistas, trenes y autobuses, con énfasis en la facilidad de transferencia entre modos de transporte dentro de un entorno seguro con un alto nivel de equipamiento. Con la capacidad de conectar por sobre la trinchera quedaron disponibles para la reconversión significativas áreas hacia el sur, incluyendo los pozos de arcilla que habían servido a las industrias en el pasado.

Tras una amplia consulta y trabajo en el plan maestro se concordó con los diferentes interesados la conciliando las vías peatonales deseadas, las vías de bicicletas convergentes, las rutas de autobuses y los requisitos de los numerosos operadores ferroviarios. Todo esto fue incluido en una propuesta que incorpora importantes mejoras en las calles como un mayor énfasis en la prioridad peatonal, mejoras de ciclovías y una total de re-configuración de los distintos modos de transporte que resultan en un intercambio que ofrece la transferencia entre modos de transporte más eficiente posible.

Una estructura de la cubierta distintiva ofrece una cobertura generosa al andén y la trinchera y se adapta a los elementos inferiores del proyecto. Rebajar los trenes a una trinchera parcialmente cubierta resuelve muchos de los problemas claves de diseño urbano pero demanda una solución que se ocupe de la ventilación de los trenes de motores diesel. Una gran cantidad de esfuerzo se volcó en el desarrollo de un cobertizo en forma de dosel que proporcionara refugio sobre la trinchera al tiempo de permitir la ventilación pasiva, evitando así la necesidad de ventilación mecánica que consume energía. La solución de la "pirámide invertida" maximiza la superficie disponible para la ventilación, mientras combina una solución estructural de acero que permite una amplia cobertura apoyada en una sola columna dentro de la trinchera donde el espacio es particularmente escaso. Para revestimiento del cielo se aplican paneles de aluminio pulido que reflejan la luz del día dentro de la trinchera, mientras que en la noche reflejan la iluminación proyectada para lograr una iluminación uniforme difusa.

Todos los espacios públicos son ventilados en forma pasiva y una extensa lucarna asegura el máximo aprovechamiento de luz natural, complementada por luminarias LED de bajo consumo de energía. Hay un amplio equipamiento para los ciclistas como aparcamiento de bicicletas cubiertos, fuentes para beber y armarios adyacentes a las zonas de espera. Una serie de obras de artistas locales celebran la vitalidad y la historia cultural de la comunidad local, incluyendo una extensa obra que reviste el interior de la zanja que hace referencia a la industria local de fabricación de ladrillos y cerámica. Los materiales son seleccionados por su durabilidad y bajo costo de mantenimiento, e incluyen una paleta azulejos de color terracota y arcilla.

Cinco meses después de la apertura formal, los números de pasajeros van en aumento y el intercambio ha sido aceptado por la comunidad de Nueva Lynn. Tal vez la mejor prueba del éxito es el uso general la estación intermodal como un espacio público en su sentido más amplio: no es raro ver a personas que utilizan la sala de espera para encontrarse con amigos o simplemente pasar una mañana de ocio leyendo el periódico.