Edificio de oficinas Pujades [email protected]

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El proyecto propone reconstruir en cierto sentido este parcelario, recuperando su geometría para el nuevo edificio y construyendo unas volumetrías que resiguen estas trazas.
Obra
Edificio de oficinas Pujades [email protected]
Arquitectura
Josep Miàs. Arquitecto técnico: Carles Bou
Ubicación
Barcelona , España
Ingeniería
PROISOTEC, Josep Masachs. Estructura: BOMA, Josep Ramón Solé
Año
2012
Colaboradores
Adriana Porta (project leader), Silvia Brandi, Dani Montes, Baptiste Marconnet, Mario Blanco, Diogo Henriques
Consultoría
PROISOTEC, Josep Masachs
Sup. construida
7.000m2
Fotografía
Jordi Bernardó
Web
www.miasarquitectes.com

En una manzana que escapa a la cuadrícula básica del Plan Cerdá porque honra una diagonal histórica, se conservan los edificios de interés y un edificio industrial colindante mientras se demuele el único solar que se aborda en este proyecto de Josep Miás, ganador de un concurso. Las decisiones proyectuales surgen de la reconstitución parcial del volumen de la manzana original, pero a partir de la configuración de volúmenes semi aislados, cortados por sendas calles-patio que vinculan las calles que bordean el terreno. Se ganan dimensiones adecuadas al destino de oficinas del edificio, accesos y posibilidades de iluminación natural. Un sistema de pórticos arriostrados en base a perfiles de acero doble T (ver Perfiles y Tubos) se completa con una piel mayoritariamente acristalada, con algunos cerramientos opacos de planchas aisladas. Losas colaborantes (ver Entrepisos y cielos) y otros perfiles estructurales a la vista, se tratan los revestimientos resistentes al fuego dejando su textura cobertora a la vista. Otros elementos parecen llevar protección en base a pinturas intumescentes. (ver: Resistencia al Fuego: pinturas intumescentes y estucos). La estructura es simple y funciona: se agradece la franqueza en su tratamiento. El volumen reconstruido no es literal respecto a la geometría del terreno y se despega o vuela en algunos de sus flancos mediante discretos pliegues, repliegues o francos desplazamientos (especialmente respecto del edificio industrial vecino). Terrazas y cubiertas habitables completan el volumen que, alineado a las alturas de las construcciones colindantes, conforma el marco adecuado en el barrio cuyo tejido restituye con un lenguaje rayando en lo efímero. Las vistas conquistadas desde el interior son un regalo cuyo mérito pertenece a la ciudad pero no excede al edificio.

F. Pfenniger

El área del [email protected] en el Poble Nou de Barcelona, ha ido transformándose paulatinamente. Las manzanas diseñadas por Idelfons Cerdà, y ocupadas inicialmente por talleres, industrias y algunos bloques residenciales han sido parcialmente derribadas, manteniendo tan solo aquellos edificios que por su singularidad arquitectónica merecían su conservación. Nuevos edificios de oficinas, residenciales, hoteleros, y de servicios, han ido ocupando los espacios vacíos entre los que han sido conservados.

El solar se encuentra entre las calles Pere IV, una de las antiguas calles que no obedecen a la lógica ortogonal del Plan Cerdà por ser un camino histórico, la calle Pujades, y la calle Pamplona. Esta manzana irregular, mantiene las trazas del antiguo parcelario en relación a la calle Pere IV y organiza las edificaciones existentes algunas de las cuales serán derribadas para construir el nuevo edificio, que recuperará aquellas como geometría generadora del proyecto.

Del total edificado de la manzana irregular únicamente se tirará el espacio destinado al nuevo edifico, conservando los edificios residenciales del lado más corto de la manzana, y el edificio industrial que da a la calle Pamplona, un edificio de ladrillo y piedra, cuyo destino será de equipamiento público.

El proyecto propone reconstruir en cierto sentido este parcelario, recuperando su geometría para el nuevo edificio, una geometría que obedece a la orientación de la calle Pere IV, y construyendo unas volumetrías que resiguen estas trazas. La irregularidad de la manzana permite asimismo que tenga sentido el cruce a través de la manzana de una calle a la otra, y a través del edificio, un sentido que en cambio pierde sentido en la manzana convencional del plan Cerdá.

De ahí que el edificio se organice a partir de una crujía óptima para el uso de oficinas, por lo que resultan tres volúmenes cruzados, de la calle Pere IV a Pujades. Una volumetría que resigue el antiguo parcelario como se observa en el mismo alzado de los edificios en fachada, y que dispone entre ellos de unas calles-patio de dimensión menor, lo cual permite una buena iluminación de los espacios útiles, además de permitir el cruce transversal.

Los volúmenes resultantes no mantienen una alineación constante, las antiguas trazas, sino que manifiestan sus dudas acerca del perfil respecto de la calle-patio así como también en relación al edificio industrial que se mantiene en la calle Pamplona, sobrevolando éste último.

La volumetría final es la de un edificio fragmentado con espacios verticales entre los volúmenes, las calles-patio, que van de calle a calle, y que dan cierta complejidad espacial a estos vacíos interiores de comunicación y acceso.

En realidad las volumetrías orientadas de calle Pere IV a Pujades se rompen en un punto medio en el sentido perpendicular de manera que en este eje se localizan los accesos, escaleras y ascensores y todos los espacios verticales de conductos e instalaciones.

Bajo rasante se dispone de un aparcamiento de dos plantas con acceso desde la esquina Pamplona Pujades en una esquina de relación con el edificio industrial que se mantiene.

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