| Obra |
Casa Juranda
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| Arquitectura |
Anderson Fabiano Freitas, Juliana de Araújo Antunes; Apiacás Arquitectos, Brito Antunes
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| Ubicación |
Sao Paulo, Brasil
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| Ingeniería |
Eng. Maria de Lourdes Mezquita
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| Año |
2008
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| Colaboradores |
Acácia Furuya, Bibiana Ferreira, Pedro Mauger
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| Sup. construida |
150m2
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| Fotografía |
www.pkestudio.com.br
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| Web |
www.apiacasarquitetos.com.br
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Aunque esta casa estrictamente está estructurada en hormigón armado, su resolución meticulosa en un terreno particularmente reducido (6m x 24m son apenas 144m2 de terreno para un programa de 150m2 de superficie) y además en pendiente, merece más que un simple comentario y reconocimiento en estas líneas. Por cierto, el uso muy acertado de elementos de acero tanto en la solución de la escala como en las ventanas y elementos complementarios ya justificaría su inclusión en este sitio dedicado a destacar y poner en valor la arquitectura y el diseño en acero. Pero lo que es más destacable es la resolución del conjunto, la simpleza y claridad de la propuesta. Los desafíos que plantean el encargo y el terreno, la precisión con que se logran los objetivos de transparencia e integración demandados así como la economía de recursos (nada parece sobrar y en cambio todo está claramente en su lugar) son un homenaje a la arquitectura brasilera que no podemos menos que agradecer.
F. Pfenniger
Para el proyecto de nuestra casa en un lote urbano con dimensiones de 6 x 24m, localizado en la Calle Juranda, Vila Beatriz, São Paulo, nos vimos forzados a establecer algunos criterios para la implantación de una casa con un programa de aproximadamente 150m². Como el terreno poseía un declive acentuado, el fondo del lote está a menos tres metros y medio en relación a calzada, el programa fue distribuido en medios niveles, separados entre sí por un vacío de triple altura, donde está localizada la escalera de acceso a los pisos. Este vacío organiza los ambientes de la casa: estar, comedor y cocina en la planta baja, tres cuartos, dos cuartos de baño, oficina y deck en los pisos superiores.
La casa no posee retranqueo lateral, consecuentemente es iluminada y ventilada por el frente y por los fondos. La idea era hacer una casa lo más transparente posible, que estableciera una relación directa con las áreas externas. Para que esto se hiciera viable, diseñamos las aperturas en el mismo eje en el frente y en el fondo, con tres metros de vanos. Los marcos de las ventanas corren detrás de los muros, uniendo sin distinción los espacios interno y externo cuando están abiertas.
Buscamos ejecutar la obra de la manera más económica posible. De inicio, intentamos evitar al máximo el movimiento de tierra, que siempre es oneroso para el presupuesto de cualquier obra. Para esto, todas las losas, incluyendo las de la planta baja, están apoyadas en la estructura de los muros laterales de la casa. La casa está estructurada en concreto moldeado en el lugar con losas pre-fabricadas en concreto aparente. Todas las albañilerías son de bloques de arcilla revestidos con estuco y encalada de blanco. Optamos por hacer toda la infraestructura en el nivel más bajo del terreno, aprovechando el desnivel natural: estanque de agua, sistema de tratamiento y drenaje. Todos los marcos son de perfiles de acero que contienen vidrio o madera (puertas y persianas venecianas). La escalera tiene como resultado las premisas ya mencionadas: la transparencia y el bajo coste. De esta manera fue ejecutada como una estructura mixta, hierro y madera. Dos chapas metálicas con ocho milímetros de espesor y diez centímetros de altura que trabajan como vigas laterales solidarias por los escalones de madera. En síntesis es un proyecto que buscó dimensionar lo estrictamente necesario para las áreas de los cuartos y cuartos de baño, para que los espacios de convivencia fueran más generosos dentro de este exiguo lote, incentivando la convivencia colectiva, de preferencia con los amigos.
Anderson Freitas, arquitecto
