Arquitectura en acero

El proyecto se sitúa en el extremo sureste de Gualey (barrio popular de Santo Domingo), dentro de un grupo de asentamientos marginales próximo a la ribera del Río Ozama y circunda con parte del Cinturón Verde. Este sector se caracteriza por la desigualdad en el derecho a la ciudad, reflejada en la ausencia de espacios públicos, la alta tasa de desempleo y el limitado acceso a servicios primarios como el agua potable salubre y la recogida y manejo adecuado de desechos sólidos, lo que provoca que se viertan en cañadas o se desarrollen vertederos informales, convirtiéndose así en un gran foco de contaminación del medio ambiente; esto pone en evidencia la necesaria intervención de un diseño que vele por la protección y sostenibilidad de los recursos naturales. Estas condiciones hacen tomar en consideración las variables de la cultura de reciclaje y la conservación y uso adecuado de las aguas fluviales -ambas enfocadas en la educación medioambiental- teniendo un efecto directo a nivel urbano y arquitectónico, evidenciado en el saneamiento de aguas negras y tratamiento de residuos sólidos para ser reutilizados que, finalmente, se conjugan en un centro cultural como factor social, cultural y económico.

Por tales razones, este proyecto arquitectónico, emplazado en un terreno que comprende una superficie total de 19,820.27 m2, tiene como objetivos clave para la revitalización de Gualey, contemplando el Objetivo 11 ‘‘Ciudades y comunidades sostenibles’’ de la Agenda 2030 de la ONU: el saneamiento de la cañada y la recuperación del borde del río Ozama, así como la regeneración de espacio público como reductor de la contaminación y la delincuencia. Llevándose a cabo mediante el servicio de recogida de basura, y la dinámica in situ de dos plantas industriales: una dedicada al tratamiento de aguas residuales y otra al reciclaje para la producción de productos útiles.

El proyecto es coordinado con un programa arquitectónico que obtiene sus bondades del desarrollo comunitario con la mecánica: aprender-hacer. El ofrece las instalaciones necesarias para el aprendizaje efectivo de las técnicas de tratamiento y reciclaje de la basura, incluyendo aulas, talleres, un auditorio y un museo de obras elaboradas por la misma comunidad. La distribución, la composición espacial y la disposición del mobiliario buscan crear situaciones sociales en las que los usuarios del espacio participen en el ambiente educativo.

Respetando la necesidad de mantener la percepción del río Ozama como elemento definidor de la comunidad de Gualey, la edificación se alza sobre elementos diagonales; enmarcando la vista hasta la plaza que se extiende hasta la rivera. La plaza constituye el elemento físico-social de primer impacto tras atravesar la sombra del edificio; es un escenario de cohesión social que juega con un escalonamiento desigual y la dualidad entre el concreto y el césped. La plaza enfatiza el nuevo espacio público necesario para las prácticas sociales saludables dentro de la comunidad: la plaza Chichigua y el patio Dominó.  De modo que, los miembros de la comunidad sean capaces de apropiarse de este espacio utilizando la actividades de recreación. En el exterior de la edificación la envolvente juega en distintos niveles con la relación entre la tecnología y la privacidad; acompañado de unas rampas que se convierten en un recorrido externo hacia el interior de la edificación.

El elemento principal de la edificación es su sistema estructural en acero; elementos diagonales opuestos que cargan el volumen mediante tensores visibles que hacen contraste con la horizontalidad del proyecto. Cerrando la fachada en la esquina que se convierte en la entrada principal del Centro.