Edificio de oficinas 8 Chifley Square en Sydney

Edificio de oficinas 8 Chifley Square en Sydney

Columnas de acero de gran tamaño y en ángulo pintadas de azul transfieren los esfuerzos de las columnas superiores internas hacia la base del perímetro de las "mega" columnas del edificio, arriostradas por grandes crucetas de acero pintado rojo.
Créditos: David Gill

En nuestras columnas anteriores, hemos revisado como distintos edificios y espacios públicos están contribuyen a la construcción sustentable en base a la implementación de criterios de calidad ambiental, la eficiencia en el uso de recursos, y la accesibilidad urbana. La revisión ha incluido proyectos en Chile, Estados Unidos, España y Australia, cubriendo usos tan diversos como colegios, universidades, laboratorios, edificios institucionales, museos y bibliotecas, entre otros. Sin embargo, no hemos abordado una de las tipologías en las que quizás es más difícil introducir criterios de sustentabilidad con resultados significativos, debido a la separación de los roles entre el gestor inmobiliario y el usuario: los edificios de oficinas para arriendo.

Sin salirnos de nuestra revisión de proyectos en Oceanía, en esta columna analizaremos justamente un nuevo edificio de oficinas en el centro financiero de la ciudad Australiana de Sydney, el 8 Chifley Square. Más allá de su llamativo exterior, el proyecto ha sido pensado para generar espacios interiores funcionales y entornos de trabajo flexibles, logrando satisfacer las rígidas demandas del mercado de espacios de oficinas, a la vez que genera una contribución a la ciudad y al medio ambiente, debido a su alta calidad ambiental interior y el bajo consumo de energía y agua.

Imágenes 1 y 2: Vista área y desde la calle del edificio 8 Chifley Square. Créditos: David Gill

Eficiencia funcional

El edificio se compone de dos grandes módulos verticales de doce y nueve plantas respectivamente, separados por una terraza a nivel intermedio. Debido a tener tres fachadas a la calle y un edificio anexo en el lado sur, la estructura del edificio fue concebida en base a una tipología de núcleo lateral con elementos perimetrales expuestos pero finamente detallados. Columnas de acero de gran tamaño y en ángulo pintadas de azul transfieren los esfuerzos de las columnas superiores internas hacia la base del perímetro de las "mega" columnas del edificio, arriostradas por grandes crucetas de acero pintado rojo, creando un perímetro sin columnas, solución siempre atractiva en edificio de oficinas.

En el podio de acceso, se dejó a la vista la estructura primaria de acero para reforzar la expresión estructural en el espacio público. Dentro de este podio se ubicó un vestíbulo de cristal sin marco, literalmente colgado del cielo raso por cables de acero inoxidable. Ascensores acristalados animan externamente el edificio, mientras que las escaleras de escape, que sobresalen ligeramente fuera del núcleo estructural, fueron diseñadas enacero de color amarillo.

Dentro de esta estrategia estructural, la calidad espacial del edificio se basa en gran medida en la disposición de siete atrios interiores, de distintas alturas, generando espacios integrados que van desde 1.800 a 2.880 metros cuadrados. Pisos intermedios se han colocado estratégicamente entre cada atrio de gran altura para permitir la flexibilidad y el crecimiento interior, pudiendo configurar lugares de trabajo conectados de hasta 10.670 metros cuadrados.

Esto le permite superar las limitaciones de su relativamente pequeña planta tipo de alrededor de 1.000 metros cuadrados netos, consecuencia de los 1.580 metros cuadrados del sitio. Esa superficie se encontraba en el extremo inferior del espectro de tamaños de plantas comerciales, y lejos de la preferencia del mercado local por plantas de entre1.500 a 2.000 metros cuadrados. Así, la incorporación de los atrios interiores le permitió satisfacer la percepción del mercado respecto al tamaño de las oficinas, a la vez que la redistribución de la superficie construida–admitida por la regulación local- le permitió al edificio ganar en altura, ampliando su visión sobre la bahía de Sydney.

Un beneficio adicional de esta solución fue el aumento del 45 por ciento de espacio perimetral (en comparación con plantas de piso tradicionales) en los atrios interiores más grandes, aumentando el uso de luz natural y proporcionando más flexibilidad en el diseño de las oficinas.

Para proporcionar presencia a nivel de calle y aumentar aún más la altura del edificio, el edificio fue “levantado” seis niveles, creando un podio abierto, donde se ubica el vestíbulo de acceso totalmente acristalado, de acceso público animado por la propia estructura de arriostramiento del edificio. La lógica del espacio abierto se reiteró a nivel intermedio (piso 18) y en el techo (piso 30), con la incorporación de dos terrazas accesibles equivalentes cada una a tres pisos de altura. En el benigno clima de Sydney, esta estrategia da la oportunidad de integrar espacios al aire libre en el lugar trabajo, algo propio de la cultura local.

Imagen 3: Vista esquemática del interior del edificio mostrando un atrio interior y la terraza intermedia del piso 18. Créditos: RSHP, Ecolibrium (May 2014)

Eficiencia ambiental

Además de considerar estándares de funcionalidad, flexibilidad y legibilidad estructural, el equipo de proyecto también se fijó ambiciosos objetivos de eficiencia energética y calidad ambiental, que resultaron en la obtención de 6 estrellas en la certificación Green Star Design Office v2 –el máximo nivel posible en este sistema Australiano de evaluación ambiental por atributos- y una calificación de 5 estrellas en el sistema local NABERS, el que mide el consumo real de energía de un edificio.

Tales objetivos de eficiencia y calidad ambiental, en conjunto con la flexibilidad necesaria para edificios de oficinas, influenciaron tanto la selección de los materiales y elementos de fachada, como de los sistemas mecánicos.

El diseño del edificio buscaba lograr la mayor transparencia y conexión entre el interior y el exterior, lo que conllevaba el desafío de maximizar la entrada de luz natural sin generar ganancias de calor. En respuesta, se utilizó un acristalamiento de alto rendimiento en conjunción con elementos horizontales de protección de solar exterior, complementado con el uso de persianas de reflexión de alto rendimiento en las fachadas este y oeste, donde el sol penetra durante las horas de la mañana y la tarde. Cabe destacar que los elementos exteriores de protección solar también cumplen en este caso la función de facilitar la mantención y limpieza del acristalamiento de fachada, evitando la necesidad de una unidad colgante.

Imágenes 4 a 7. Vista de las terrazas de cubierta e intermedia, y del podio de acceso y su vestíbulo acristalado animado por las crucetas de acero en ángulo de color rojo. Créditos: David Clare, Ecolibrium (May 2014)

Asimismo, los ingenieros del proyecto llevaron a cabo varios estudios de alternativas para el sistema de climatizacióndurante la fase de diseño. En última instancia, el sistema seleccionado fue del tipo vigas frías activas para el área perimetral, debido a su flexibilidad, bajo consumo y capacidad de alcanzar las condiciones de confort deseadas, complementado por un sistema de volumen de aire variable (VAV) para servir a los atrios interiores.

Junto con reducir al mínimo las canalizaciones verticales principales en comparación con una solución todo-aire, maximizando así el tamaño y altura de la planta de piso, esta solución también redujo al mínimo el tamaño de las unidades manejadoras de aire (UMA), facilitando su distribución en las plantas.
El uso de medidores de energía y de dispositivos de velocidad variable (VSD), permiten que el sistema de gestión del edificio o BMS (por el inglés Building management system) pueda monitorear el consumo de energía de cada elemento del equipo mecánico, y actuar sobre ellos de ser necesario.

El podio, los atrios interiores y las terrazas también fueron analizados y diseñados cuidadosamente en términos ambientales. El podio de nivel de calle se diseñó como un atrio abierto con un vestíbulo acristalado, proporcionando sol en invierno y sombra en verano. Se realizó el modelado térmico y de CFD del vestíbulo durante la fase de diseño para establecer la extensión y localización de las aberturas que proporcionarían las mejores condiciones de confort durante todo el año, resultando en la incorporación de persianas y orificios circulares que se controlan a través del BMS. En el caso de los atrios interiores, se modeló el movimiento del aire sobre varias plantas durante períodos cálidos y fríos. Este análisis se tradujo en varios ajustes del diseño, como por ejemplo la ubicación de los inyectores y extractores de aire. En el caso de la terraza de cubierta, una gran marquesina que proporciona protección solar fue diseñada para acomodar, en el futuro, una planta fotovoltaica.

Más allá de la reducción de la demanda energética y la eficiencia del sistema de climatización y ventilación y su gestión en base al BMS, es destacable la incorporación de una planta de trigeneración que exporta electricidad -el primer edificio para hacerlo- a la nueva red de trigeneración de esta zona de Sydney. Recordemos que la trigeneración es un procedimiento que permite obtener energía eléctrica, calor para calefacción y agua caliente sanitaria, y refrigeración, a partir de un misma fuente de energía primaria o combustible. Exportar a la red le permite a la planta operar a una capacidad más alta durante períodos más largos, lo que mejora su eficiencia al tiempo que proporciona electricidad baja en carbono para otros edificios.

Asimismo, el edificio cuenta con un sistema de tratamiento de aguas negras, con la capacidad para producir la cantidad necesaria de agua reciclada para satisfacer las demandas del edificio. Tratada para lograr un estándar de "agua potable", esta agua se utiliza en los sistemas de refrigeración del edificio, así como para el riego y el llenado de la cisterna de los inodoros, contribuyendo a una reducción del 90 por ciento de la demanda de agua potable del edificio.
Elementos adicionales de eficiencia incluyen el uso de luminarias T5 en el sistema de iluminación, instalaciones para ciclistas incluyendo bastidores de bicicletas y vestuarios, el uso de materiales con bajos niveles de compuestos orgánicos volátiles (COV), y la minimización de productos de cloruro de polivinilo (PVC).

Los desafíos de la simpleza

La alcanzada eficiencia funcional y ambiental del edificio no estuvo libre de desafíos. La configuración del tipo núcleo lateral conlleva retos para la integración de la circulación vertical y la ubicación de los servicios e instalaciones, tales como ductos de descarga y ventilación. La adecuada y temprana coordinación de las especialidades permitió que todos los servicios se encuentren dentro de los cielos falsos, a la vez que la arquitectura y la estructura fueron ajustándose para dar cabida a ellos y permitir la necesaria flexibilidad de este tipo de edificios.

Respecto a la eficiencia ambiental, los desafíos fueron tanto el de coordinar las especialidades involucradas, repartidas entre Londres y Sydney, como también el de alcanzar un equilibrio entre las distintas estrategias implementadas. Junto al ya mencionado desafío de maximizar la luz natural pero controlando las ganancias solares, se añade en este caso el hecho de que la reducción de las emisiones de carbono por el uso de la planta de trigeneración provocó un aumento en la demanda de agua por las torres de refrigeración, que luego debían ser compensados por el agua reciclada a partir de un sistema de tratamiento de aguas negras, que a su vez se requiere más energía para operar. El equilibrio se logró revisando y modelando todas las alternativas posibles, optando por la configuración más eficiente en distintas variables ambientales y económicas.

Imágenes 8 a 12. Detalles de las estructuras de acero en la fachada, el podio de acceso y las crucetas de acero, y un atrio interior, durante la construcción del edificio. Créditos: Bred Boardman

Información adicional

  • Superficie: 38.000 m²
  • Costo: AUS$ 150 millones
  • Uso: oficinas
  • Fecha de finalización: Julio 2013
  • Cliente: Mirvac 
  • Arquitectura: Rogers Stirk Harbour + Partners / Lippmann Partnership
  • Ingenieria: Arup

José Tomás Videla Labayru
Arquitecto LEED-AP, MSc, MBA

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