The Commons

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Replanteando la vivienda múltiple en Australia

Junto a su bajo impacto ambiental, el proyecto de vivienda múltiple The Commons ha destacado en el contexto australiano dado su esfuerzo por generar viviendas económicamente accesibles, con un alto nivel de habitabilidad, y que potencien la interacción social, aspectos que son esenciales para las dimensiones social y económica de la sustentabilidad. Este enfoque integral, lo que a su vez le ha traído un éxito comercial, es lo que finalmente ha hecho que este proyecto sea un aporte a la discusión sobre el futuro de la vivienda y el crecimiento de las ciudades australianas.

La vivienda en las metrópolis australianas

En nuestra columna de Diciembre 2015 revisamos dos obras emblemáticas del arquitecto australiano Glenn Murcutt, quien se ha enfocado en desarrollar viviendas unifamiliares emplazadas en zonas rurales, abordando la sustentabilidad desde el diseño bioclimático, lo que junto a su afán por la simpleza y los detalles, le valió recibir el premio Pritzker el año2002. Pese a las bucólicas imágenes de las viviendas de Murcutt, emplazadas en amplios y bellos paisajes naturales, cabe señalar que, si bien posee un vasto territorio y uno de los mayores patrimonios naturales del planeta, Australia es uno de los países más urbanizados del mundo, con un 89% de su población viviendo en ciudades, principalmente en Sydney  y Melbourne, con 4.5 millones y 4.3 millones de habitantes en sus áreas metropolitanas, respectivamente.

Ambas ciudades han presentado en las últimas décadas una reducción en la disponibilidad de viviendas económicamente accesibles. Lo anterior, junto a argumentos de preservación ambiental, de recambio demográfico y de costos de infraestructura, dio paso a que las autoridades de planificación urbana implementaran una política habitacional en base a la consolidación urbana, incentivando desarrollos inmobiliarios de mediana y alta densidad en zonas existentes y más centrales de la ciudad. Lo que se buscaba era contrarrestar el crecimiento urbano en extensión que fue moldeando las ciudades Australianas en las últimas décadas, y que ha traído como resultado zonas residenciales con baja accesibilidad a la red de transporte público, los servicios comunitarios, y los centros de actividades y de empleo.

Como contraparte, esta política de consolidación urbana ha sido criticada por algunos expertos por haber cambiado el carácter residencial de muchos barrios centrales-modificando la estructura de viviendas unifamiliares por edificios de departamentos-, por elevar los precios de la vivienda en dichos barrios y, en consecuencia, generar en ellos un proceso de gentrificación, es decir, un fuga de los residentes existentes por una nueva población de mayor poder adquisitivo.

Lo anterior resume la problemática habitacional en el cual se emplaza el proyecto que revisaremos en nuestra presente columna, el edificio de vivienda múltiple The Commons, en Melbourne. Como apuntara Francis Pfenniger -en su reflexión a propósito del premio Pritzker otorgado a Alejandro Aravena, hay que separar la política habitacional de la respuesta arquitectónica a dicha política. En ese sentido, The Commons ha destacado en Australia por dar una respuesta innovadora a los problemas que pretende enfrentar la política habitacional de Australia, respuesta basada fuertemente en criterios de sustentabilidad. Esta obra nos ofrece la misma simpleza y coherencia de la obra de Murcutt, pero casi 30 años después y esta vez en un contexto urbano de vivienda múltiple.


Imágenes 1 y 2: Vista de las fachadas Norte y Poniente del proyecto The Commons, destacando el cambio de tratamiento en función de la orientación solar y la protección acústica. Créditos: Andrew Wutkke y Urban Angles.

Replanteando la oferta y demanda de la vivienda

El proyecto se emplaza en un difícil y previamente contaminado terreno en el barrio de Brunswick, en Melbourne, en una zona de densidad media y rápido crecimiento y regeneración urbana. El sitio se ubica a metros de una estación de trenes, una ciclo vía y una línea de tranvía –medio de transporte muy común en Melbourne. El primer piso es de uso comercial, incluida una cafetería, activando el nivel de calle. El resto del primer piso se compone de dos estudios artísticos, estacionamiento para 72 bicicletas y las bodegas de los departamentos. Los cuatro niveles superiores del edificio consideran un total de 16 departamentos de dos dormitorios –de 81 metros cuadrados-, y 8 departamentos de un dormitorio, con 52 metros cuadrados.

Su diseño es simple y minimalista, permitiendo que destaquen las características propias de cada material, conjugados bajo los criterios del diseño bioclimático y de alto rendimiento térmico. Lo anterior, sumado a la economía en el uso de materiales, permite que el proyecto consuma menos recursos naturales durante su construcción y operación -comparándolo con un edificio estándar-, siendo así un aporte a la sustentabilidad ambiental.

Junto con ello, el proyecto ha destacado en el contexto Australiano dado su esfuerzo por generar viviendas económicamente accesibles, con un alto nivel de habitabilidad, y que potencien la interacción comunitaria, aspectos que son esenciales para las dimensiones social y económica de la sustentabilidad. Este enfoque integral es lo que finalmente ha hecho que este proyecto sea un aporte a la discusión sobre el futuro de la vivienda y el crecimiento de las ciudades Australianas, razón por la cual recibió una serie de premios el año 2014. Más aún, el proyecto ha sido un éxito comercial, con sólo 3 de sus 24 departamentos ocupados por arrendatarios, y los 21 por propietarios ¿Cómo fue posible lograr todo lo anterior? La respuesta estuvo en cambiar la lógica de lo que se podía ofrecer en el mercado inmobiliaria de viviendas de densidad media, apostando a que existe la demanda por nuevos productos que incorporan criterios de sustentabilidad.


Imagen 3: Detalle de la fachada ventilada, con elementos verticales de láminas de acero y el recubrimiento con planchas de acero ondulado. Imágenes 4 y 5: Balcones orientados al Norte y Sur, ejecutados en estructura de acero. Créditos: Urban Angles.

Por ejemplo, la accesibilidad del sitio al sistema de transporte público le permitió a los desarrolladores y arquitectos tomar la decisión de eliminar los estacionamientos vehiculares dentro del proyecto, algo permitido en algunos municipios Australianos cuando el proyecto está cerca de la red de transporte público. Además los residentes del edificio pueden acceder a un sistema de automóvil compartido (carsharing), y a un ticket anual gratuito para la red de trenes. Posteriormente, se tomó la decisión de descartar otras características que normalmente se asumen como estándares dentro del mercado de vivienda nueva: no se utilizaron materiales sintéticos en terminaciones interiores en cielos, muros de baños y balcones -eliminando de paso materiales con contenidos tóxicos-,utilizando madera local y reciclada, y maximizando el uso del acero para los elementos metálicos, dado su menor energía incorporado en términos comparativos; los departamentos tienen un solo baño y no tienen lavandería, y; no se instalaron sistemas mecánicos de refrigeración, en uno de los climas de mayor variabilidad y amplitud térmica de Australia.

A cambio, el proyecto ofrece otros atributos diferenciadores. La distribución espacial de los departamentos es sencilla pero amplia, tanto en superficie como en altura interior, aumentando de paso los niveles de iluminación y ventilación natural. Complementariamente, dos tragaluces interiores tratados acústicamente entregan iluminación natural a los recintos alejados de las fachadas, generando también ventilación natural cruzada y un enfriamiento pasivo durante los meses de verano gracias al aporte de ventiladores en la cubierta del edificio. Las ventanas y puertas correderas de los balcones son de alto rendimiento térmico.

Los grandes balcones, construidos en base a una estructura de acero, activan la fachada y se benefician de la orientación y de las vistas a la ciudad. Las barandas y las guías instaladas para el crecimiento de enredaderas también fueron ejecutadas en acero, al igual que la fachada ventilada que mira y dialoga con el paso de los trenes.
 


Imágenes 6 a 8: Vista de la terraza común en la azotea, destacando la pérgola de acero sobre la cual se instalaron los sistemas de paneles fotovoltaicos y de paneles solares térmicos, y bajo la cual se desarrollan una serie de actividades domésticas y comunitarias. Créditos: UA Creative

Destaca en la azotea del edificio una terraza de uso común de gran amplitud y con una vista de 360 grados, pero que también busca potenciar el espíritu de comunidad mediante una simple estrategia: sin perder el carácter de terraza abierta, se ubicó en este lugar la lavandería y una pérgola secundaria de secado de ropa, lo que junto a los pequeños huertos individuales, ha generado que los residentes se conozcan y conversen en un ambiente doméstico. El resto de los espacios y servicios comunes siguen los mismos principios de simpleza, reduciendo de paso el uso de energía y los costos operacionales. El proyecto posee en la azotea un sistema fotovoltaico de 5.9 kW, que entrega la electricidad a las zonas comunes del edificio, y un sistema de paneles solares térmicos complementados por una caldera, que generan la energía térmica para el agua caliente y calefacción de todos los departamentos. La azotea está cubierta por una gran pérgola ejecutada en acero, sobre la cual se instalaron los sistemas de paneles fotovoltaicos y térmicos.

Así, al exponer ‘los huesos y las venas del edificio’ -como lo han definido los autores del proyecto, la oficina Breathe Architecture-, sumado a los principios de sustentabilidad y a los atributos previamente mencionados, el proyecto ha creado una identidad formal en base a la simpleza y coherencia, y donde el foco no es la forma sino los usuarios, lo que elevó su valor en el mercado y atrajo a compradores alineados con la responsabilidad social y ambiental. Como señaló el jurado de uno de los premios recibidos por el proyecto, ‘El espacio, la luz, el aire y el sentido de comunidad son la base del éxito comercial del proyecto, lo que confirma que hay un mercado para los productos inmobiliarios más sencillos pero sustentables’


Imágenes 9 a 12: Vista interior de un departamento, la cafetería y el patio de luz principal. Abajo, una planta tipo del proyecto. Créditos: Urban Angles y Urban Breathe

 

José Tomás Videla Labayru
Arquitecto LEED-AP, MSc, MBA

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