| Obra |
Fragmentos en un patio
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| Arquitectura |
Heri & Salli
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| Constructora |
Stahlund Form / Wien
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| Ubicación |
Viena
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| Año |
2015
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| Colaboradores |
Klaus Molterer
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| Fotografía |
© Hans Schubert
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| Web |
www.heriundsalli.com/
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El problema a resolver es frecuente, es complejo; la respuesta es conceptual. Un patio de luz propio de la arquitectura tradicional vienesa –un espacio funcional de ventilación básica y estrictamente funcional- se ha de convertir en un patio. Estos espacios no están concebidos para contener la naturaleza, probablemente no tengan las dimensiones ni la luz ni el aire para ello. Así, ésta se vierte en forma de una extrema abstracción: formas estrictamente geométricas que contienen revestimientos dramáticamente artificiales que imitan la naturaleza del césped distorsionando voluntariamente su pigmentación, se disponen de forma de incorporar el color al espacio. Hacen una parodia a la naturaleza (se desgranan como hojas en el otoño) y al hacerlo con una estética cercana al kitsch, la ponen en valor, la hacen presente precisamente porque está ausente. Constructivamente, una estructura secundaria en base a perfiles tubulares de sección cuadrada recibe un trazado de pletinas que dibujan la geometría deseada y soportan algunos paños de pasto sintético que se alternan con espacios vacíos. De esta forma, como se muestra en el croquis muy expresivo de la intención de proyecto, la naturaleza expresada en luz, aire, sol y agua, se descuelga desde la cubierta hacia el patio de luz y lo atiente, lo viste y lo reviste. Un patio que clama por una naturaleza que, en su ausencia, se hace presente en la forma más artificial y artificiosa imaginable.
F. Pfenniger
El estudio de arquitectura heri & salli creó un paisaje artificial dividido en fragmentos en un patio de un constructor privadado.
Algunos espacios no están hechos para estar llenos de naturaleza. Hay poca luz, el aire es malo, el recinto en sí mismo es estrecho e incómodo. Al igual que en el caso de un edificio vienés, que data de finales del siglo XIX, un muy pequeño y estrecho patio sirvió de ventilación para dos zonas húmedas dispuestas verticalmente. La calidad es sólo funcional, no hay ningún valor añadido.
Realidades imaginarias de la naturaleza, como las plantas, la luz o el agua se introducen en el patio mediante el uso de piezas fragmentadas de césped artificial, posteriormente se desintegran como las hojas que caen.
Como un vestido vuelto al revés, el espacio exterior en el interior se convierte en un espacio interior en el exterior, suave y colorido.
La percepción es fundamental ... ..la función es casual ... la arquitectura es una experiencia.
