ALICIA LARRAÍN

ALICIA LARRAÍN

 LA ARTISTA

 Importante artista nacida en Santiago de Chile, Alicia Larraín Chaux, tiene una gran variedad de exposiciones individuales y colectivas, tanto en su país como en el exterior y una brillante carrera dedicada al desarrollo de varias técnicas y disciplinas artísticas. Graduada en Arte en la Pontificia Universidad Católica de Chile en los años 1973-1974; sin embargo, fue al inicio de los años 90 cuando se volvió diseñadora. Entre 1998 y 2000, completó el Diploma General en Arte.

 Es una artista que, independientemente del tipo de trabajo, ya sean dibujos, pinturas, grabados, computación gráfica, modelado, instalaciones, esculturas o performance, tiene al hombre como protagonista y a sus relaciones con el universo como el elemento central de la concepción de sus obras. El enfoque está siempre en el ser humano; en su evolución, sus altos y bajos, sus luces y sombras. Según Alicia, ella intenta representarlo ante las vicisitudes que ella experimenta a lo largo de su existencia.

 Aún así, cuando se le preguntó sobre su proceso de creación, ella describe:

  “Inicio trabajando con mentalidad de diseñadora, es decir, comienzo imaginando un concepto, hago un diagnóstico a partir de éste y desde ahí nace la obra. Codifico desde la palabra, escribo mi verso y luego resuelvo la visualidad. Relaciono símbolos para representar una metáfora, no es que los invente, sino que los reagrupo y resignifico para entregar mi mensaje. Por eso, seguir este proceso muy riguroso desde el principio, tiene mucha importancia para mí. Finalmente, el interés por la instalación tridimensional lo he desarrollado desde siempre ya que busco intervenir el espacio de tal manera que el hombre lo pueda recorrer e interactuar en él.”

 “Todos los versos que dan inicio a mis obras tienen cinco líneas. El número cinco lo simbolizo con nuestro mundo y sus cinco continentes, el pentágono representando al hombre, el cinco referido a su mano y dedos con que trabaja y el pentagrama musical, a su ritmo y armonía. Por otra parte, en los versos está siempre presente la letra R va porque grafica con su sonido una detonación, un arrastre, representando la marca que el hombre va dejando en la tierra que habita.

 

Hombre en su arranque
cual rastrojo pendiente
otea su ruta
croando a su luna
rigor en creciente”

 (*) fuente: PORTALdeARTE.cl. T 2008 http://www.portaldearte.cl/agenda/escultura/2008/licia_larrain2.html

 EL ACERO

 Entre las diversas materias primas empleadas en sus obras, el ACERO es uno de los principales, según sus propias palabras:

 “Desde siempre he trabajado con acero inoxidable espejo en mis esculturas por varias razones:

       Su REFLEJO - Captura su entorno como receptor, lo integra al volumen de la escultura y lo devuelve como emisor con un nuevo significante, como es la suma de ambas imágenes.

       Su COLOR - Plata como el color de la Luna. Su color me representa como mujer, por su misteriosa y brillante presencia, entregando interioridad, reposo, refugio e intimidad.

       El Color ORO, como el Sol, con su fuerza y fuego para mi representa lo masculino externo.”

 LA OBRA

 ERRANTES ÁBACOS QUIPUS ABALORIOS Y CORENQUE, fue una exposición inaugurada en 2011 en el Museo Parque de las esculturas en Providencia, la Región Metropolitana de Chile, donde permaneció varios meses como exposición temporal. Actualmente se encuentra ubicada en el parque del Hotel Acacias de Vitacura.

 En esta obra, Alicia Larraín representó a los migrantes como una multitud que se mueve infinitamente por los territorios del mundo en busca de nuevos destinos para reiniciar sus vidas. Compuesta de dos partes o ejes, como fue establecido por la artista, se instaló una escultura en el área externa del museo y otra en un espacio interno.

 Con el nombre de CORENQUE, el primer eje, el del exterior, simboliza un pájaro protector con sus alas o velas al viento, guiando y protegiendo a los inmigrantes en sus ataques de fuga o búsqueda desesperada por la salvación.

 

El segundo, llamado ERRANTES ÁBACOS QUIPUS Y ABALORIOS, señala la interminable e incierta jornada de estos infelices seres, quienes cargan sus relatos e historias como único equipaje, simulando un juego sin fin de girar y girar.

  EL EJE CORENQUE

Una bella escultura que sugiere una vela al viento, compuesta por gruesas chapas de acero inoxidable curvadas y soldadas, equilibradas en un único punto de apoyo en una estructura formada por perfiles de acero pintados.

 Una bella escultura que sugiere una vela al viento, compuesta por gruesas chapas de acero inoxidable curvadas y soldadas, equilibradas en un único punto de apoyo en una estructura formada por perfiles de acero pintados.

Según Alicia “Las velas que se encuentran, se entremezclan, se abrazan y se juntan, danzan, transportan metafóricamente viajeros que se enfrentan y se embarcan en la odisea de una búsqueda que conmueve al ser humano. Guían a los vagabundos a la trascendencia anhelada, ascendente, que aspira a conquistar, proteger, guiar y conducir a un refugio seguro a múltiples grupos de inmigrantes rescatados de un destino incierto al enfrentarse a situaciones hostiles, luchando por su supervivencia. Este entrelazamiento simboliza el choque y el encuentro de razas, culturas y realidades que se funden entre sí, como la nueva vida que emerge de un abrazo profundo.”

EL EJE ERRANTES ÁBACOS QUIPUS ABALORIOS

 

 La instalación:

 

  En un formato de carrusel, que representa las vueltas y los giros desafiadores de la existencia humana, sus respectivas ilusiones, aspiraciones, lagunas mentales y pérdidas que vienen en contrapartida de ella, la escultura tiene una altura de 3,70m y 2,50m de diámetro. Consiste en un eje central con diez cuadros de 3,20m de alto por 1,20m de ancho en acero inoxidable.

De los diez cuadros, cinco están representados por siluetas humanas cortadas en chapas de acero que simbolizan multitudes y, los otros cinco cuadros, que están intercalados, sujetan ábacos quipus del mismo material portando nudos que recogen sus historias.

El eje central del carrusel funciona como un portador y, al mismo tiempo, proporciona un sentido de orden a esas multitudes migratorias que se mueven como rebaños, sin jerarquía o fases visibles, aisladas en su propio ser o crisálida. Una crisálida es la etapa de pupa de los insectos del orden lepidópteros. El término se deriva del color metálico-dorado que se encuentra en las pupas de muchas mariposas. La etapa de crisálida en muchas mariposas es la única donde ellas o no se mueven para nada o se mueven poco.

 En la base del carrusel, son colocados LEDs rojos y amarillos que simbolizan el peligro y la alerta, respectivamente, los cuales bañarán ligeramente a los Errantes con sus Quipus Ábacos en esta interminable marcha.

 

LA CONSTRUCCIÓN

 

 

Las migraciones y los migrantes son objeto de esta exposición de Alicia Larraín Chaux y su trabajo refleja uno de los puntos más impactantes de la actualidad. Su percepción de esta realidad, transportada para dentro de estas esculturas, demuestra su notable habilidad estética.