Estados Unidos: Saint Louis y Chicago

Estados Unidos: Saint Louis y Chicago

Algunos hechos que constituyen historia son apropiados para abordar esta parte del desarrollo de la arquitectura y la construcción en hierro y acero. La construcción de edificios con columnas de hierro fundido en Norteamérica se desarrolla alrededor de los años de 1840. Comentaremos algunos ejemplos que, por cierto, en poco tiempo se multiplicaron por mucho. Hacia mediados del siglo XIX, la industria siderúrgica norteamericana representa apenas la sexta parte de la inglesa y se iguala, escasamente a la francesa. Esta situación no impide, sin embargo, el desarrollo de edificios comerciales con fachadas de hierro fundido a partir de 1850. Importante en la transición entre las fachadas de muros de albañilerías por columnas de hierro fue James Bogardus, un arquitecto e inventor que para muchos representa el espíritu de urgente emprendedor propio del siglo XIX en Estados Unidos de Norteamérica. Movido por su carácter de hombre múltiple y multifacético (de inicios trabaja como relojero e inventor, pero asume su rol como artista e ingeniero muy vinculado a la industria que empuja el desarrollo del país) desarrolla el sistema constructivo mediante el cual la estructura de hierro prefabricada actúa como soporte de los forjados de los edificios. Esta forma de abordar la construcción le permite levantar su primer edificio de una fábrica de 5 plantas en New York en 1848. El método es replicado ampliamente en el período, siendo la base de la construcción industrial, de bodegas y oficinas. Bogardus desarrolla soluciones prefabricadas de grandes edificios e incluso cuenta con algún ejemplo exportado a Cuba y de servicios.       

Edificio Harper & Brother, N. York- James Bogardus 1854

Su obra no siempre debidamente reconocida se funde con una enorme cantidad de construcciones que replican su modelo estructural por todo el territorio norteamericano entre los años 1850 y 1880, cuya autoría es bastante anónima.

St. Louis

Un ejemplo de lo anterior lo constituye el hoy ya desaparecido frente fluvial de St. Louis, centro neurálgico del comercio de pieles fundado en 1764. Su posición a orillas del Misisipi y punto crucial de las migraciones hacia California y Colorado producto de la fiebre del oro impulsan su desarrollo al punto que hacia 1870 era considerada la cuarta ciudad más importante del país. Reconstruida después de un devastador incendio de 1849, fue un campo fértil para la instalación de edificios de estructura de fundición, de fachadas acristaladas muy amplias. Entre muchos edificios de autoría desconocida (S. Giedion menciona más de 500) que conformaron el distrito central del frente ribereño de St. Louis también había uno de J. Bogardus. Esta enorme actividad constructora es considerada por algunos precursora de los hechos que dan cuerpo a la arquitectura norteamericana que se desarrolla principalmente a partir de la llamada Escuela de Chicago en las décadas siguientes.

Edificio Gant, St. Louis – 1877

Después del término de la guerra civil, en parte con el desarrollo de la red ferroviaria y el consecuente decaimiento del tráfico fluvial, St. Louis fue perdiendo su protagonismo, lugar que fue ocupado progresivamente por Chicago.  

 

Chicago

Varios hechos y descubrimientos simultáneos convergen y gatillan el desarrollo e impulso edilicio de la ciudad de Chicago. Al ya comentado desarrollo de la red ferroviaria y la posición estratégica de Chicago en el mapa, que la convierte en el gran nodo de conectividad y en un gran mercado del medio oeste norteamericano, hay que agregar al menos algunos hechos y unos cuantos inventos importantes.

Entre los primeros se cuenta, desde luego, el gran incendio que en 1871 destruye casi entera la ciudad, originalmente construida en madera.

Fundada por el ejército como un fuerte en la desembocadura del río Chicago en el lago Michigan a principios del siglo XIX, es incendiada y reconstruida en 1812 -1813. Cuando llega George Snow en 1832 encuentra una comunidad pequeña, pero Chicago se convierte rápidamente en una pujante ciudad. Snow, un inquieto hombre originario de New Hampshire es, también, una especie de hombre orquesta. Es nombrado agrimensor de la recién conformada ciudad y es elegido concejal hacia mediados del siglo; es el encargado del alcantarillado, empresario maderero, constructor e inversionista inmobiliario, jefe de bomberos, entre muchas otras actividades. Pero su contribución más recordada es, probablemente, la invención del balloon frame, que le es atribuida por S. Giedion. Esta técnica de construcción en madera que nace de la revolución industrial y, más específicamente de la máquina de vapor, tendrá un gran impacto en el desarrollo de las ciudades de Norteamérica. En efecto, capturada la energía del vapor y transformada en energía mecánica, cambia la forma de elaboración de la madera: del aserrío manual y el trabajo con azuela se avanza hacia el aserrío mecanizado, mucho más rápido y mucho más eficiente, que permite conformar piezas de menores secciones con gran rapidez y precisión. Por otra parte, la maquinaria para la producción de clavos permitió aumentar significativamente la producción de clavos y redujo drásticamente sus costos. En estas condiciones y, probablemente, bajo la presión de la necesidad, Snow delineó el proceso de construcción que sustituye la lenta construcción artesanal -con sus complejas conexiones de caja y espiga- por un sistema de pies derechos alineados de menor sección que cubren la altura completa del edificio, revestidos con tablas delgadas y unidos solo con clavos.

Desde Chicago hasta San Francisco, todo el centro y oeste norteamericano está relacionado con esta forma de construir que permitió el desarrollo de los poblados hasta convertirse en grandes ciudades en un período muy breve de tiempo. El balloon frame, que siguió y sigue evolucionando, es la representación más explícita de cómo el proceso de industrialización en Estados Unidos de Norteamérica llega a impactar en la vida cotidiana y en los hogares de sus ciudadanos. Giedion destaca innumerables ejemplos de la innovadora industria norteamericana de la época, y menciona la mecanización de los oficios complejos como una de los puntos relevantes de este proceso. Diseños simples, eficientes y funcionales se encuentran desde el mobiliario (incluido el mobiliario escolar) hasta las herramientas, las cerraduras, los relojes, la mecanización de la fabricación de pan, los mataderos y hasta la invención del pela manzanas. El incendio de Chicago (como anteriormente el de St. Louis) impacta fuertemente en la concepción y construcción de edificios pero no elimina (ni lo ha logrado hasta nuestros días) la notable actividad constructora en madera que existe en el mercado de la vivienda y de edificios de menor altura en el país del Norte.

Baloon Frame

 

Sin embargo, el desarrollo vertiginoso de Chicago también presiona sobre los valores del suelo y demanda cada vez más terrenos. Hacia fines del siglo XIX Chicago ya contaba con más de un millón y medio de habitantes. La ciudad, concebida a partir de la cuadrícula típica de su fundación originada en la subdivisión de un cuadrado original de una milla por una milla que se puede extender indefinidamente es, pues, terreno fértil para el progreso de construcciones que demandan cada vez mayor altura en un esfuerzo por optimizar el uso y el valor del terreno. Otros inventos se suman a esta condición: el invento del ascensor a vapor (1857), hidráulico (1870) y finalmente eléctrico (1887) es uno de ellos y probablemente el más significativo. Pero no pueden dejar de mencionarse el alumbrado eléctrico, el teléfono y el correo neumático. Una notable actividad constructora se desarrolla especialmente en la década de los años 80 del siglo XIX: edificios de 6; 8; 12 y hasta 16 pisos abundan en el centro de la ciudad.

La escuela de Chicago no fue, en estricto rigor, propiamente una escuela. Sin embargo, el nombre describe la actividad desarrollada por dos generaciones de arquitectos que marcan un punto de inflexión en la historia de la arquitectura norteamericana, con el desarrollo de la construcción en altura, la aparición de los rascacielos y una mirada que impulsó soluciones sencillas y estructuradas en perfiles de acero cuyo impacto repercute en el resto del mundo y cuyos ecos resuenan hasta hoy. El rascacielos es criticado por Wright como una “estratagema” para “multiplicar las áreas privilegiadas y vender y volver a vender las superficies del terreno primitivo”[i]. L. Benévolo citando a E. Cecchi recalca que más que una relación de fuerzas y resistencias, llenos y vacíos, se trata de una operación aritmética, una multiplicación, así como el sistema de parcelación del terreno en que se sustenta es el resultado de una división.[ii]

Pasaron 25 años desde la construcción del edificio de Harpers & Brothers de James Bogardus hasta que William le Baron Jenney proyectara y construyera el primer edificio Leiter en Chicago. Jenney, considerado el fundador de la escuela de Chicago, tuvo formación europea (en la École Polytechnique y en la École Central) y es reconocido por muchos más como un ingeniero que como un arquitecto. Sin embargo por su oficina pasaron muchos de los nombres que luego dieron forma a la construcción en Chicago y que mencionaremos más adelante. Con pilares de fachada en ladrillo y grandes ventanas y estructura con columnas de fundición en el interior, el First Leiter Building se ajusta aún a la concepción habitual de la época, pero eliminando en gran medida la superposición decorativa, anticipa el carácter de la obra de Jenney que se revelará en sus proyectos siguientes.

Fuente: http://lynnbecker.com/repeat/jenney/leiter.jpg

“El principio de sostener todo el edificio sobre un armazón metálico (…) rigidizado y protegido del fuego se debe a William Le Baron Jenney”, escribe Burnham en Engeneering Record, de Julio 1896.

El primer edificio de W. Le Baron Jenney que constituye un nuevo tipo, especialmente por la altura de 11 pisos que alcanza, fue el Home Insurance Building, construido en 1885 que conserva, sin embargo aún algunas funciones portantes en los muros de la fachada.

Home Insurance Building – W. Le Baron Jenney – 1885 www.ou.edu

En 1889 Jenney levanta el 2º Edificio Leiter y posteriormente el Fair Building (1891) llevando su concepto de estructuración y construcción a una expresión más radical y definitiva: la estructura del esqueleto es la expresión de la arquitectura, reduciendo la fachada a una pantalla sostenida por un entramado metálico. 

Fair Store Building – William Le Baron Jenney 1891,

 

Detalle del Fair Building – William Le Baron Jenney 1891

En el mismo período se levantan dos edificios importantes y representativos. Uno de ellos parece señalar un límite, es el edificio Monadnock de Burnham & Root, de 16 pisos de altura que, según B. Zevi, es reconocido como el primer rascacielos moderno. Construido enteramente en muros portantes de albañilería, es probablemente también el último de los edificios en altura en exhibir esa factura. Carente de todo ornamento, sus fachadas lisas siguen la suave curva que dibuja el aumento de la sección del muro de la fachada a medida que se acerca al piso, muros que llegan a tener 1,80m de espesor. Se comenta que esta eliminación de todo ornamento fue en gran medida presionada por el inversionista y que, incluso, la solución finalmente adoptada fue dibujada por insinuación de uno de los socios del estudio de arquitectura (Burnham) en un período de vacaciones del otro (Root), quien sólo con el tiempo aceptó e incorporó esta visión como parte de su postura proyectual. Más allá de la anécdota, el edificio es destacado por su composición y por llevar las posibilidades constructivas y estructurales del material a su límite: no sólo el ancho de los muros en los pisos inferiores limita severamente la superficie útil, también la curva lisa construida con ladrillos es una complejidad importante. Algunos autores destacan el edificio por su impronta y carácter volumétrico que evoca los trabajos anteriores de Henry Hobson Richardson, considerado uno de los grandes (o primeros) arquitectos auténticamente norteamericanos.

Monadnock Building Burnham & Root 1891 Fuente: http://homer.ceat.okstate.edu http://www.columbia.edu

Distanciado de las tendencias de la arquitectura contemporánea y contrario a todo exceso ornamental, Richardson encuentra en el Románico la posibilidad de desarrollar un método compositivo que devolviera la sinceridad en el uso del material. S. Giedion discrepa de la necesidad de asociar la obra de Richardson con el Románico y sugiere, más bien, que el muro macizo de piedra de muy reducido ornamento representa una fuente muy propia de la arquitectura vernácula de Norteamérica, aquella presente en las fortificaciones del período revolucionario hasta en los edificios comerciales. La obra de Richardson más reconocida es el almacén mayorista Marshall Field, construida en 1885 en Chicago. Este edificio es, sin duda, una excepción dentro de la tendencia de la escuela de Chicago, pero su honesta composición estructural es elogiada por L. Sullivan, uno de los más importantes arquitectos de la segunda generación.

Almacenes Marshall Field – Henry Hobson Richardson - 1885

El otro edificio que nos parece importante destacar de ese período representa las posibilidades de evolución que surgen a partir de las soluciones desarrolladas por Jenney. En 1891, Holabird y Roche levantan el edificio Tacoma, una estructura de esqueleto de doce pisos que optimiza la superficie interior útil al punto de que la superficie ganada representó el alquiler de una planta completa.

Tacoma Building – Holabird y Roche, Chicago 1889

Uno de los edificios destacados de la Escuela de Chicago lo constituye el Reliance Building, de Burnham y Root. Contemporáneo al edificio Monadnock de su misma autoría, el Reliance Building fue construido originalmente como un edificio de 5 pisos (1890). En 1895, Burnham, luego de la muerte de su socio y en conjunto con el ingeniero Shankland, le agrega otros 10 pisos, poniendo de manifiesto otra de las características fundamentales de este tipo de construcciones: la posibilidad de modificar las estructuras principales según cambian las condiciones de uso. Este edificio que hoy alberga al “Hotel Burnham” es un gran ejemplo de lo que se llamó la “ventana de Chicago”, una amplia abertura entre las columnas soportantes de la estructura de la fachada, ocasionalmente sobresalientes en forma de “bay-windows” que dejan su impronta en la arquitectura de la época en la ciudad.

Reliance Building – Burnham & Root – 1890 – 1895

Antes de concentrarnos en quien fuera el arquitecto más destacado de todo el período, Louis Sullivan, un breve comentario al otro edificio importante y significativo: el edificio La Marquette, de Holabird & Roche. Este edificio, como muchos de la época, se construye sin las tabiquerías interiores, en parte ya bajo el concepto de planta libre, que permitiera a los inquilinos adaptar sus espacios interiores según sus propios requerimientos. Por otra parte, destaca la búsqueda de soluciones que permitieran que la luz natural iluminara todos sus espacios interiores, para lo cual recurre a una disposición en planta en forma de E, en que el travesaño central alberga la caja de ascensores.

Edificio La Marquette Holabird&Roche 1894 Fuente:http://www.american-architecture.info/USA/CHICAGO/CHIC-LS/CHIC-LS-025.htm

Hemos dejando para el final la presentación de la obra de Louis Sullivan, probablemente el arquitecto más destacado de todo el período de la Escuela de Chicago, perteneciente a la llamada segunda generación. Se formó inicialmente en el estudio de William Le Baron Jenney, estudiando posteriormente en la Ecóle des Beaux Arts en París que culmina con una visita a Italia. Asociado con el ingeniero D. Adler, forman un equipo que complementa muy bien el genio de Sullivan con la consistente formación técnica y la mirada pragmática de Adler. Una de sus obras tempranas fue el reconocido y complejo edificio del Auditórium. Probablemente marcado por el edificio de los almacenes Marshal & Field de Richardson uno de los pocos arquitectos norteamericanos que recibían el reconocimiento de Sullivan, el proyecto del edificio del Auditórium se levanta sobre macizos muros de fábrica complementada con una estructura metálica interior y recurre a una composición rigurosa que ordena la composición vertical. Una rigurosa graduación de llenos y vacíos destaca en la fachada que en su progreso en altura, ordena y marca un orden que insinúa la coronación del último piso, un recurso que veremos en progreso en proyectos futuros. El edificio alberga el Auditorio y sobre él, un edificio de oficinas y un hotel que fueron en su momento el teatro más grande y el edificio más alto de Chicago, todo un prodigio técnico por las complejidades que representa. Una de ellas fue el terreno conformado por una capa arcillosa de más de 30m de espesor, que demandó la construcción de un sistema de cimentación especial de los pesados muros de piedra de la fachada (originalmente pensados en terracota): una malla flotante de rieles embebida en hormigón que aún así tuvo en la primera década un asentamiento importante.

 The Auditórium – Chicago - Sullivan & Adler – 1886 – 1890 Fuente: http://www.american-architecture.info/USA/CHICAGO/CHIC-LS/CHIC-LS-036.htm Fotografías pertenecientes a la Ciudad de Chicago http://www.egov.cityofchicago.org/

 

 

Guaranty Building (hoy Prudential Bldg.) – Buffalo – L. Sullivan D. Adler – 1894 - detalle cornisa

Sería largo enumerar con mayor detalle la obra de L. Sullivan, tarea que la obra merece ampliamente pero que excede el objetivo de estas líneas. Sin embargo, hay que detenerse en un último edificio notable: El Carson, Pirie & Scott. En este edificio Sullivan la retícula estructural del edificio de plantas diáfanas, se proyecta en la fachada. Esta, conformada por una composición horizontal de sus siete pisos idénticos sobrepuestos tiene solamente los dos últimos piso de menor altura, que rematan en una ligera cornisa, casi una tímida referencia a las exuberantes cornisas en Buffalo. La apariencia de la estructura en la fachada regala un resultado de gran precisión y equilibrio, es neutro. El basamento, sin embargo, carente de la presencia maciza de la masa que caracteriza su obra anterior, se viste con una notable decoración trabajada con oficio de artesano que resalta en el acceso en la torre de la esquina.

Edificio Carson, Pirie & Scott – Chicago 1899 – 1904 – L. Sullivan

Su obra proyectual se complementa con varios escritos, a los que dedica tiempo y reflexión. Se le atribuye la frase de “la forma sigue a la función”, pero entendió la función como la suma de las fuerzas vivas que convergen sobre y surgen desde un edificio, no solamente como un resultado mecanicista sino más bien, como la expresión de la vida propia que surge de él y la forma, como el resultado de éstas. Reconocido y respetado por Wright, aunque con algunas distancias, considerado profeta de la arquitectura moderna, o al menos precursor de lo que se desarrollaría en Europa en las décadas siguientes, Sullivan termina su carrera dedicado a obras de menor importancia y envergadura, principalmente para bancos rurales del interior. También la llamada Escuela de Chicago culmina su época más importante. La feria Colombina de 1893, es el triunfo de una arquitectura que vuelve a los cánones clásicos logrando un gran éxito y desterrando la búsqueda de la Escuela de Chicago a un carácter, paradojalmente, anticuado.

[i] F.LL. Wright, Modern Architecture, conferencias pronunciadas en La Universidad de Princeton en 1930, trad. It.,Milán 1945, con el título Architettura e democracia, p.114; citado por Leonardo Benévolo en Historia de la Arquitectura Moderna, 8ª edición Ed. G. Gili, Barcelona 1999.

[ii] Luciano Benévolo, ob. Cit., pág. 246

BIBLIOGRAFÍA

  • Benévolo, Leonardo; Historia de la Arquitectura Moderna; Ed. GG – 8ª Edición – Barcelona 1999
  • Giedion,Sigfried; Espacio, Tiempo y Arquitectura; Ed. Reverte; Barcelona 2009
  • Gössel, Peter; Leuthäuser; Arquitectura del siglo XX; Taschen ; Colonia 2005
  • Norberg-Schultz, Christian; Arquitectura Occidental; GG Reprints; 4ª Edición; Barcelona 2001
  • Pfenniger, Francis; Borgheresi, Horacio; Arquitectura y Acero; ICHA; Santiago; Santiago de Chile; 2002
  • Zevi, Bruno; Historia de la Arquitectura Moderna ; Emecé Editores ; Buenos Aires; 1957
  • Montealegre, Alberto; Hitos y Rasgos de la Construcción en Acero; Paper y Charla Seminario Colegio de Arquitectos de Chile; Concepción 1997